La neurosis es una enfermedad muy común en la sociedad y recurrente en los consultorios médicos, donde sólo se tratan los síntomas físicos que se manifiestan, sin embargo, la verdadera causa que es originada, de acuerdo al Psicoanálisis, por un conflicto que subyace en el inconsciente, que genera instintos agresivos y eróticos por el Ello y la censura por parte del Superyó (conflicto intrapsíquico).
La persona tiene que desarrollar un Yo fuerte para poder mediar con las exigencias del Ello y las demandas del Superyó; si el Yo fracasa en el intento se divide y para evitar la ansiedad pone en marcha los mecanismos de defensa en un acto de auto curación. Sin embargo, estos mecanismos de defensa como la represión, sólo encubren el verdadero conflicto con la intención de evitar la ansiedad que provoca mucha angustia y causa mucho sufrimiento. Cuando se reprimen los impulsos, estos se refuerzan y regresan con mayor fuerza, causando la enfermedad y un malestar físico y psíquico desestabilizador. Hasta que no se reconozca las verdaderas causas que subyace en los síntomas, será difícil curar la enfermedad de la neurosis que puede manifestarse de diversas maneras.
Freud en su primera teoría de la neurosis trata de comprender la dinámica de cómo se da la enfermedad de la neurosis, exponiendo motivos sexuales; sin embargo en su segunda teoría reconoce que las experiencias con la madre y los traumas que viven los niños pueden originar la enfermedad neurótica. Cuando el adulto tiene una vivencia similar al de su infancia dispara los síntomas de la neurosis y lo vuelve a revivir.
Siempre en terapia se trabajan los conflictos con la imagen internalizada de los padres que son los generadores de la neurosis. La raíz de todo miedo que provoca la ansiedad radica en los propios impulsos destructivos hacia sus padres introyectados y el temor más primitivo es ser devorado por el Superyó. No hay que olvidar que la genética predispone para el tipo de neurosis que el individuo puede desarrollar en el transcurso de su vida, sólo se requiere el factor desencadenante.
Los síntomas físicos inician normalmente durante el sueño; las sensaciones son de ahogo, contracción torácica, opresión cardíaca, sentimiento de muerte inminente que genera terror e impotencia. Después de estas crisis las personas quedan agotadas y cansadas. Con el fin de evitar que la ansiedad invada se originan temores fóbicos y la rumiación es excesiva.
El contenido de la ansiedad depende del nivel de evolución del Yo.
Existen diversas formas de como la ansiedad puede expresarse en la vida de la persona:
Los tipos de neurosis pueden ser la histeria, la fobia, la neurosis obsesiva y las perversiones.
La histeria Hay muchos tipos de histeria, pero la más habitual es la histeria de conversión que se caracteriza por síntomas psicosomáticos graves como son la parálisis, la ceguera, los desmayos, las cefaleas y las convulsiones, entre otras.
La pulsión se dirige a una parte del cuerpo, elegida por el inconsciente ya sea por una fantasía o por ser parte erógena, que aumenta su susceptibilidad; esta parte del cuerpo representa el símbolo de lo reprimido y el autocastigo. La histeria no se detecta de manera fácil, ya que los síntomas pueden confundirse con otras enfermedades físicas y no se le atribuye a primera instancia a una enfermedad psicosomática. El sufrimiento es físico debido a las fuerzas represoras contra el impulso, por lo que el placer no se hace consciente.
La histeria de disociación se genera por ciertos traumas o situaciones de estrés que para la persona resultan intolerables experimentarlos, por lo que una parte de la personalidad se disocia y presenta amnesia histérica, sonambulismo, doble personalidad, estados disociativos de trance y disociación hipnótica.
Neurosis fóbica; es un trastorno emocional donde la ansiedad se desplaza a un estímulo fóbico el cual provoca un terror intenso que no puede vencerse, representa a la fobia. Esta fobia es provocada por un conflicto instintivo que provoca un miedo absurdo y desproporcionado a lo real. El fóbico siempre anda en estado de alerta y predispuesto a la huida.
La fobia es un conflicto inconsciente que genera una gran angustia o ansiedad, que se desplaza hacia un objeto en particular, el cual representa la gratificación prohibida, o bien el castigo o la culpa por dicha gratificación.
Personalidad histérica: es egocéntrica, labilidad emocional, falta de autocontrol. No se logró superar completamente los impulsos incestuosos de la situación edipica, lo que origina el agudo conflicto al reprimirlos.
Neurosis obsesiva compulsiva; existen pensamientos, sentimientos e impulsos desagradables que irrumpen en la mente de manera intrusiva, los cuales no pueden ser controlados y se convierten en obsesiones. Se reconoce que no pertenecen a la personalidad; sino que es una situación patológica. Existen tres tipos de obsesiones: Ideativas (dudas obsesivas, escrúpulos obsesivos); fóbicas (temor a una situación o estímulo); impulsivas (temor a la propia agresividad).
Para evitar la ansiedad producida por este tipo de ideas se realizan comportamientos compulsivos rigurosos y rígidos. Su origen de este tipo de ansiedad es en la etapa anal, a los 4 o cinco años por un conflicto edípico. Los impulsos nos descargados que irrumpen en la conciencia de torna como obsesiones, impulsos sádicos o las órdenes del superyó.
El Yo se vuelve regresivo y el Superyó un sádico. La ansiedad es el miedo de destruir o ser destruido. De acuerdo a Freud, las obsesiones son reproches que han escapado de la conciencia.
Perversiones Sexuales; es sólo obtener placer sexual, lo que se quedó fijado en la etapas tempranas infantiles; es una fijación libidinosa. El Yo adopta cierto fragmento de la sexualidad infantil y el Superyó de alguna forma lo tolera; debido a la permisividad parental. Es una clara regresión a estadios previos a la evolución de la libido, hacia pulsiones parciales del narcisismo y autoerotismo.
Trastornos del carácter; Se desarrollan pautas más o menos fijas. Es una actitud que aparece antes los estímulos externos e internos. Estas personas adecuan su conducta de acuerdo a sus impulsos y la realidad externa (actividad del Yo). Se puede mencionar entre estos trastornos a la personalidad histriónica, la compulsiva, la esquizoide, la paranoide y las personalidades codependientes.
Las personalidades psicopáticas son narcisista, amorales y antisociales; reaccionan de manera impulsiva sin sentir ansiedad, sólo desean satisfacer sus necesidades e intereses propios de manera inmediata. Se caracterizan por la ausencia de la ansiedad y del remordimiento. En este caso se observa un Yo debilitado con problemas de disociación y dificultad para discernir lo bueno de lo malo. Su superyó es muy primitivo. Estas personas actúan por no tener una simbolización y sentido de la realidad. No soportan perder sus objetos, poniendo en marcha sus defensas maníacas.
La ansiedad es necesaria en la vida del ser humano, ya que lo defiende de peligros inminentes; sin embargo, se convierte en una ansiedad patológica cuando surge sin causa aparente y persiste sin ninguna justificación. La ansiedad patológica dificultad y limita la vida de quien la padece. La persona siente los síntomas pero desconoce las causas del conflicto inconsciente; por lo tanto es imposible controlar por completo los impulsos rechazados. El individuo siente una amenaza constante que es catastrófica; espera de manera ansiosa e insoportable que suceda lo peor y cuando aparece de manera concreta siente un gran alivio; ya que la espera es lo más angustiante. La ansiedad es un miedo constante a algo que se desconoce pero que es una desgracia; todo estímulo despierta viva reacción.
En resumen se puede entender que la neurosis surge de un conflicto interno cuando la pulsión y la descarga no pueden controlarse por la represión y se manifiesta como síntoma psíquico, cuando la persona revive nuevamente la experiencia infantil conflictiva similar o sea una neurosis infantil. Un corazón herido y enojado.
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Lic. Teresa de Jesús Avilés
Psicoterapia Humanista
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