¡Cuando un amor se va, que desesperación, cuando un cariño vuela nada consuela mi corazón!
Es hermoso y mágico cuando aparece en nuestra vida la persona de quien nos enamoramos y con quien queremos compartir nuestra intimidad, nuestras emociones, sentimientos, sueños; todo nuestro ser. Por fin ya no estamos solos, pero cuando todo termina y nos dejan; es un dolor tan grande que se le desea sólo a la persona que nos ha abandonado y traicionado.
Si estás viviendo una ruptura amorosa, seguramente estás pasando por un trance muy doloroso; que no sana de la noche a la mañana por arte de magia; requiere su tiempo para asimilar la experiencia, reajustarte emocionalmente, sanar tu herida para volver a la vida. No es lo mismo que tú decidas el fin de la relación a que tu pareja lo decida.
Es como si te metieran a un túnel oscuro y desolador, que para ver nuevamente la luz tienes que atravesarlo, aunque implique experimentar dolor, depresión, desconcierto, ira, culpa, enojo, miedo a la soledad, sentimientos de venganza. Atravesarlo y llegar al fin es doloroso pero necesario para renacer nuevamente.
Que la persona amada deje de amarte y se aleje de ti definitivamente, produce un intenso sufrimiento, que te puede enloquecer. No es fácil superar sentimientos como el abandono, rechazo y traición; donde te embarga la desesperación, tristeza, desconcierto, ira, venganza, sentimientos contradictorios como el amor y el odio, etc.
“La razón me dice que te deje ir; mi corazón dice todo contrario; que luche por ti”
Al sentir que tu mundo se ha hecho trizas, te desajustas emocionalmente, y para no enloquecer se ponen en marcha los mecanismos de defensa psicológicos como es la negación, represión, regresión, entre otros. Es más fácil evadir que confrontar la realidad.
Has entregado tu corazón y te lo han roto; te sientes morir por la profunda pena de la herida, por lo que te niegas aceptar que todo termino. Quisieras tener magia para que todo vuelva a ser como antes; haces todo lo obsesivamente imposible para recuperar a tu pareja; como llamarle por cualquier excusa, te vuelves detective, espiando a ver que hace, ya sea por las redes sociales, con los amigos en común o bien te lo encuentras por meritita casualidad y no te separas de tu celular, tal vez te llame. Incluso le llegas a proponer una relación de amistad, con tal de sentir que no te ha dejado; aún conservas la esperanza de regresar.
Es común que la persona que sufre por la ruptura se culpabilice ella misma por el abandono; algo hizo que la propicio; se la pasa pensando de manera obsesiva lo que paso y lo que hubiera hecho para evitarlo. O bien culpe al otro porque ella dio todo y el otro abuso de su confianza y amor ¡La traiciono!
¡Esta hecha añicos tu autoestima!
Muchas personas se recuperan rápido, otras tardan más tiempo o bien nunca se recuperan de la herida. Normalmente, el periodo de duelo tarda de seis meses a dos años.
Hay personas que mueren por amor; se suicidan o se dejan morir de dolor; algunas personas enferman del corazón debido al aumento de la adrenalina provocado por el dolor emocional, que debilita el musculo y deforma el ventrículo izquierdo; padecen del síndrome del corazón roto. El abandono por parte de la pareja rompe literalmente el corazón.
El tiempo que tardas para sanar emocionalmente debido a esta perdida amorosa; y poder recuperar nuevamente tu vida y tus ilusiones se llama duelo, que es un proceso de curación y reajuste emocional. El duelo tiene sus etapas que tienes que vivir y completarlas, aunque sientas un vacío aterrador, como si faltara una parte importante de ti mismo.
El duelo es un mal necesario que te va a servir para digerir y asimilar lo acontecido. Hay muchas personas que lo evaden y deciden sacar el clavo con otro clavo. El duelo puede volverse patológico, sino se vive y se cierra el proceso: La persona será inestable emocionalmente para el resto de su vida.
Recuerda que para vivir de manera plena es necesario cerrar todos tus asuntos inconclusos y fluir como un rio hasta el último día de tu vida; la experiencia y el aprendizaje te hacen más sabio.
Las fases del duelo en general son las siguientes que en el siguiente artículo, las ahondaré con detalle:
– Evitación: Se niega la realidad
– Confrontación: Empieza la aceptación, es una etapa muy larga, donde se lidia con los sentimientos negativos.
– Restablecimiento: Se han soltado sentimientos reprimidos y se transciende la experiencia, ha surgido el aprendizaje.
Cómo podrías renacer sin antes haber quedado reducido a ceniza.
¡En ti está hacer el cambio para una mejor vida!
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Mtra. Teresa de Jesús Avilés R.
Psicoterapia Humanista
Conferencista y Facilitador
E-Mail: teresa.aviles@yahoo.com.mx Cel.2227573183 (Whatsapp)
Sitio Web: www.terapiamenteycorazon.com
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