Imagínate que pregunto a 200 padres de familia en una conferencia ¿qué esperan lograr con la educación y formación que le dan a sus hijos? ¿Tú qué contestarías?
Me impresiona demasiado conocer personas que traen hijos al mundo sin nadita de conciencia; son padres sólo porque sí; porque tal vez lo consideran una obligación, ya sea por la presión de la familia o de la sociedad ¿Has conocido alguien que tuvo hijos con la intención de atrapar o retener a la pareja a su lado? Yo si las conozco.
¿Tú para qué tuviste hijos?
Ser padre va mucho más allá de que un óvulo sea fecundado por un espermatozoide. Ser padre es una misión divina, donde contribuimos con el plan maestro. Traer hijos al mundo significa un gran compromiso que contraemos con la sociedad y principalmente con nuestros hijos. No importa si han sido deseados o no lo han sido; al final de cuentas, tú decidiste que nacieran y en ese momento adquiriste una gran responsabilidad de lo que a ti te toca en la vida de esos seres humanos.
¿Quieres hijos felices, sanos y productivos o bien hijos frustrados, enojados con la vida y dañinos con la sociedad y con ellos mismos? La sociedad exige seres humanos honestos, responsables, autosuficientes y productivos; que sean parte de la evolución de la humanidad y no todo lo contrario.
¡Trasciende a través de tu semilla, qué frutos quieres dar!
El compromiso no es obligatorio, lo has elegido libremente. Sin embargo, la realidad es otra muy distinta, ya que muchos padres relegan su compromiso que tienen con sus hijos a un segundo término. Sólo cuando surge un problema es cuando les prestan atención y afirman amarlos; el único problema es que no tienen tiempo para atenderlos.
Qué te parece el caso del papá de Diego quien está convencido que su única función como padre es la de proveer y que su esposa es la responsable de ver por los hijos. Le hice ver que si esa era su única función, se diera cuenta que no cubría todas las necesidades económicas para el bienestar y desarrollo de sus hijos.
La función de un padre no se limita nada más a proveer. Para formar un hijo tienes que considerar las siguientes funciones:
- BIOLOGICAS
- SEGURIDAD
- EMOCIONALES
- SOCIALES
- PERTENENCIA
- FORMATIVAS
- ECONÓMICAS
- ESPIRITUALES
Lamentablemente cuando nacen los niños no traen consigo un manual de instrucciones bajo el brazo; por lo que se requiere de una conciencia humana para poder relacionarse con ellos; educándolos y formándolos sin dañarlos tanto física cómo emocionalmente. Logrando que sean seres humanos autosuficientes, responsables y productivos; que se sientan felices y plenos, por sentirse amados, valorados y que pueden enfrentar la vida: Este es el fin ¿no crees?
Para que tus hijos sean felices en la vida no basta con mandarlos a la mejor escuela y comprarles todo lo que te piden. Ellos necesitan que los ames de manera incondicional, que los respetes y que los comprendas.
Amarlos de manera incondicional, significa no rechazarlos por qué no cumplen con tus expectativas. Acéptalos tal como son; no los compares con nadie. Cada hijo es único. El rechazo de un padre causa mucho dolor y sufrimiento en la vida de cualquier ser humano. Piensa de cuántas formas puede uno sentirse rechazado como hijo.
Amarlos es respetarlos; no tienes por qué criticarlos o llamarlos por apodos o bien burlarte de ellos; haciéndolos menos. Además, no los castigues, corrige sólo su conducta. Evita los gritos y los golpes; existe otra manera más inteligente para corregirlos.
Recuerda que tu hijo va a permitir que lo guíes y lo eduques; aceptando las reglas, siempre y cuando él sienta que lo amas incondicionalmente, lo respetas y lo comprendes.
Amarlos es comprenderlos; es un hecho que no nacieron sabios y no son adultos en chiquitos. Son seres en vías de desarrollo que están aprendiendo y tienen derecho a equivocarse.
Has de saber que el aprendizaje y maduración de un ser humano es un proceso que requiere de un tiempo un tanto largo. Aprendemos en base a la repetición por lo que es indispensable como padres de armarnos con mucha, mucha paciencia para enseñarles y educarlos, sino ¿para qué somos padres?
Imagínate todo lo que tu hijo tiene que pasar y aprender desde que nace, pasando por sus etapas de la infancia, adolescencia hasta que se convierte en una persona autosuficiente, responsable, productiva; que puede enfrentar la vida.
Enséñales con tu ejemplo a respetar, a amar la vida, a ser productivos, a que hagan bien las cosas. Para enseñar tienes que saber y tener mucha paciencia y así transmitirles los valores, los hábitos, a saber cómo comunicarse, a resolver sus problemas, a desarrollar sus habilidades, etc. No exijas algo que no puedes dar; lo que necesites aprender para enseñar y guiar ¡Adelante!
A ver que te parecen las siguientes sugerencias:
– Diles constantemente cuanto los amas y lo importante que son en tu vida “Hijo cuanto te amo, eres lo más hermoso que me ha pasado»
– Que sepan que estás accesible para comunicarse, convivir, jugar, discutir ideas, hacer juntos actividades favoritas, etc. Qué tienes tiempo para ellos «Hijo eres lo más importante en mi vida»
– Acarícialos de forma habitual, que se acostumbre a tus abrazos y besos, sin que exista un motivo especial.
– Cuando platiques con ellos o les des instrucciones, míralos siempre de frente, a los ojos; expresando tu amor a traves de tu mirada; llámalos por su nombre. Cuando los miras a los ojos, les confirmas que existen y que son importantes para ti (apaga el televisor para prestarles atención)
– Toma con afecto sus manos, su cabeza y diles “Hijo, quiero que sepas que siempre te amaré y creeré en ti, cuentas conmigo”
– Establece límites con sus respectivas consecuencias; hazles saber que los límites y los correctivos son para su bien porque los amas y quieres lo mejor para ellos.
– Elógialos siempre que se presente la oportunidad. Que tus palabras sean alentadoras “Yo sé hijo que tú puedes y que lo vas a lograr” «Me siento muy orgulloso de ti»
– Tomáte el tiempo para escucharlos atentamente, así sabras lo que les pasa. Pregúntales y vérás que formarás una mente pensante; tomando en cuenta su opinión. ¡Hazlos reflexionar! ¡Se sentirán que existen y que son importantes!
– Nútrelos sanamente tanto su cuerpo como su espíritu; que la hora de la comida sea un momento mágico (apaga el televisor y los celulares; comunícate con ellos sin distractores). Y al acostarse, otro momento mágico para platicar de lo que paso ese día y lo maravilloso que será el siguiente. Agradece con una oración la fortuna de tenerse uno al otro.
Al final del día, no te quejes si tu hijo no es cómo tú quieres que sea, ya que él es tu creación. Cómo dice Martha Alicia Chávez en su libro “Tu hijo, tu espejo” (recomiendo la lectura de este libro)
Ser padre es una bendición. BENDICIONES a todos aquellos padres que tienen el privilegio de trascender con el nacimiento de sus hijos. Ahora el futuro de tus hijos está en tus manos.
«Por sus frutos los conocereis»
Jesús de Nazareht
¡En ti está hacer el cambio para una mejor vida!
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Mtra. Teresa de Jesús Avilés R.
Psicoterapia Humanista
Conferencista y Facilitador
E-Mail: teresa.aviles@yahoo.com.mx Cel.2227573183 (Whatsapp)
Sitio Web: www.terapiamenteycorazon.com
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